En México, las autoridades fiscales tienen la facultad de presumir que los depósitos en la cuenta bancaria de un contribuyente, derivados de préstamos, son ingresos sujetos a impuestos, a menos que el contribuyente pueda demostrar lo contrario. Esta presunción se basa en la normativa del Código Fiscal de la Federación y busca asegurar que todos los ingresos derivados de actividades comerciales sean debidamente registrados y gravados.
Una de las estrategias más comunes para desvirtuar esta presunción es presentar un contrato de préstamo (mutuo simple o con interés). Sin embargo, simplemente mostrar el contrato no es suficiente. Es crucial probar la materialidad del préstamo mediante documentos adicionales, como recibos o estados de cuenta del prestamista, que evidencien la transferencia del dinero.
En este artículo, exploraremos los detalles de esta jurisprudencia y proporcionaremos una guía clara sobre cómo los contribuyentes pueden protegerse y cumplir con sus obligaciones fiscales de manera adecuada.
Contexto: Cuando un contribuyente tiene depósitos en su cuenta bancaria que no están registrados en su contabilidad con la documentación adecuada, la autoridad fiscal puede presumir que estos depósitos son ingresos por los que deben pagar impuestos.
Punto Principal: Para desvirtuar esta presunción utilizando un contrato de préstamo (mutuo simple o con interés), no es suficiente con solo presentar el contrato. Se debe probar que el préstamo realmente ocurrió.
Cómo Probarlo:
Materialidad del Préstamo: Hay que demostrar que el préstamo es real.
Recibos o Estados de Cuenta: Es necesario presentar los recibos o estados de cuenta del prestamista (mutuante) que muestren la transferencia del dinero al prestatario (contribuyente).
Importancia de la Prueba: El principio detrás de esta jurisprudencia es que normalmente los contribuyentes reciben ingresos por sus actividades comerciales. Por ello, se presume que los depósitos en sus cuentas son ingresos, a menos que se pruebe lo contrario con evidencia concreta.
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